Desde los comienzos de la prestación de los servicios de agua potable y desagües cloacales en Tucumán, la administración y explotación del sistema se alternó entre el Estado nacional y la Provincia.
Al principio, la administración general estuvo a cargo de Obras Sanitarias de la Nación y luego los servicios fueron transferidos a la Provincia. La Dirección Provincial de Obras Sanitarias (Dipos) tuvo a cargo los servicios desde enero de 1981 a junio de 1995, fecha esta última en que son concesionados a la Compañía Aguas del Aconquija. Pero la gestión de la compañía no cubrió las expectativas de los usuarios ni del concedente, motivo por el cual este último resolvió rescindir el contrato de concesión y, tras la firma de un convenio con la entonces Secretaría de Recursos Naturales y Desarrollo Sustentable de la Nación, entre octubre de 1998 y diciembre de 2003, el Enohsa se hizo cargo del gerenciamiento de los servicios. A partir de entonces la Sociedad Aguas del Tucumán (SAT Sapem), creada por decreto del Poder Ejecutivo de la Provincia, tomó a su cargo los servicios sanitarios.
"El sistema se sostiene en buena medida porque hay una actualización permanente de las tarifas y porque la empresa está equilibrada económicamente, y bien calificada por organismos nacionales y provinciales. Eso nos permite brindar un servicio acorde y favorecer a casi 50.000 habitantes de bajos recursos con subvenciones", indicó el titular de la SAT, Alfredo Calvo.